La leishmaniosis canina es una enfermedad infecciosa causada por el parásito protozoo Leishmania infantum, que es transmitido a través de la picadura de flebótomos o mosquitos de arena.
Esta enfermedad puede causar diversos síntomas en los perros infectados, como inflamaciones, lesiones en la piel, pérdida de peso y otros problemas de salud.
Es importante llevar a cabo medidas de prevención y detección temprana para evitar la propagación de la enfermedad y garantizar el bienestar de los perros.
Los síntomas de la leishmaniosis pueden variar en los perros infectados, pero algunas posibles manifestaciones son: Pérdida de apetito (anorexia) Pérdida de peso Fatiga y debilidad Fiebre intermitente Lesiones en la piel (descamación , nódulos, úlceras) Problemas oculares (conjuntivitis, queratitis) Agrandamiento de los ganglios linfáticos (linfadenopatía) Cojeras. En casos graves, problemas renales, hepáticos, pulmonares y articulares.
Es importante llevar a cabo medidas preventivas como la protección contra picaduras de mosquitos y el uso de repelentes. Además, se recomienda la detección temprana de la enfermedad mediante análisis de sangre para comenzar el tratamiento adecuado lo antes posible.